LAS HAZAÑAS DEL VALEROSO CONDE GUILLÉN DE VAROIC
En la fértil, rica y deleitosa isla de Inglaterra habitaba un caballero valentísimo, llamado el conde Guillén de Varoic, noble de linaje y hombre de grandes virtudes, quien por su gran sabiduría y gran inteligencia había servido durante mucho tiempo al arte de la caballería con grandísimo honor, y su fama era conocida en todo el mundo. Era un caballero muy fuerte que en su juventud había practicado mucho el ejercicio de las armas, haciendo guerras tanto por mar como por tierra, y había llevado muchas batallas a buen fin. Había participado en siete batallas campales donde estaba presente rey o hijo de rey con más de diez mil combatientes y había entrado en cinco lizas de campo cerrado y en todas había obtenido gloriosa victoria.
Hallándose el virtuoso conde en edad avanzada de cincuenta y cinco años y movido por inspiración divina, se propuso abandonar las armas e ir en peregrinación a Jerusalén, donde todo cristiano tiene que ir, si le es posible, para hacer penitencia. Así pues, con dolor de contrición por las muchas muertes que en su juventud había causado, el conde se decidió a peregrinar.
Una noche manifestó a su mujer, la condesa, su partida y, aunque ésta se lo tomó con mucha impaciencia, a pesar de que era muy virtuosa y discreta y de que sentía por él un gran amor…
Escrita a finales del siglo XV Tirante el Blanco «es una novela de caballería, fantástica, histórica, militar, social, erótica, psicológica» , nos dirá de ella Vargas Llosa, que nos hablará del autor como «el primero de esa estirpe de suplantadores de Dios, como Balzac, Dickens, Flaubert, Tolstoi, Joyce, Faulkner, que pretenden crear en sus novelas una realidad total. Martorell -añade Vargas Llosa- es el más remoto caso de novelista todopoderoso, desinteresado, omnisciente y ubicuo».
Puesto que se trata de una novela «pelín» larga, os la recomentamos para el verano que no andamos tan atareados como durante el curso y que tenemos más tiempo para dedicarnos a nosotros mismos. Si os apetece la idea, no os la perdáis.