Blog de la Biblioteca Municipal de Alange

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Mónologo de humor: «Todo sobre mi padre»

Posted by RadioGoyaversoExtremadura en enero 26, 2011

Si la familia fuera una película, la madre sería la protagonista indiscutible.
Los hijos serían los actores secundarios.
Y el padre sería… ¿Qué papel podría desempeñar el padre?
Bueno, pues os lo voy a decir… haría de “Guest Star”, el artista invitado.
Sí, porque el padre es esa persona que la ves por la mañana, cabreao y fumando y ya no la ves hasta por la noche… cabreao y fumando.
El padre ideal tiene que formar parte de la educación de su hijo.
¿Y cómo lo hace?
Pues para educarte te lee libros didácticos, que te formen como persona.
Si tu madre te lee cuentos infantiles o poemas de Gloria Fuertes, tu padre el “Marca”…
Y claro tú te puedes hacer un lío “padre” y muy señor mío. Que puede llegar un momento que no sabes  si Pocoyó es delantero del Madrid o si Mourinho es el enanito gruñón de Blancanieves… aunque podría ser.
Para llevarte bien con tu padre, tienes que aparentar que haces lo que él te dice, aunque al final hagas lo que te dice tu madre… ¡Y no lo hagas!
Hay un primer paso que todo hijo debe dar para ganarse a su padre… hacerte futbolista.
Te apuntas al equipo de futbito del colegio… no porque tengas cualidades, porque te das cuenta que eres al fútbol lo que Belén Esteban a la cultura, sino porque a tu padre le encanta la idea.
Pero claro, te ve tu entrenador y estás más tiempo en el banquillo que Cachuli.
Tu madre encantada, porque así no te lesionas ni te pegan balonazos.
Pero tu padre pone medidas al respecto: se hace entrenador de tu equipo.
Y ahí se acabó lo bueno, tienes que jugar. Y eso trae malas consecuencias para ti…Tienes que sudar, correr… Y yo que siempre he sido de la idea que correr es de cobardes… pero lo haces, aunque no rascas bola.
Y luego te coge tu padre y te empieza a analizar el partido. Que si hay que hacer más defensa en zona, que hay que crear espacios, que no hay que abusar de la circulación del balón… Y tú lo miras como si escucharas a Punset, te quedas flipando, pero no sabes qué está diciendo.
Pero lo escuchas, porque es tu padre. Y le dices: ¡Joé papa, tú sí que sabes de fútbol!”
Y dejas a tu padre con una sonrisa de sandía…
Otro momento fundamental en la educación de un buen padre es en la adolescencia.
Por ejemplo, si tú quieres ir de marcha con los colegas, porque el Jose ha comprao unas litronas.
Pues tú coges, te preparas y te vas directamente.
A veces tu padre, levanta su cabeza del Marca y te dice:
– “¿Dónde vas?”
Y tú:
– “Voy a dar una vuelta”.
Y te responde:
– “¿Se lo has dicho a tu madre?”
Y tú, sin vacilar ni un segundo, le contestas:
– “Si si. La mama ya lo sabe.”
Y te vas.
Tú ya has cumplido con tu misión. Luego cuanto tu madre discute con tu padre por  haberte dejado ir sin su permiso, tú ya estás en casa con el deber cumplido.
Hay otra situación en la que tu padre te facilita mucho las cosas: el dinero.
Cuando eres adolescente, necesitas tus gastillos ¿no? Tus padres te fijan un presupuesto semanal y tal…
Pero claro, cuando ese presupuesto se acaba y ves que para el finde no tienes… pues vas a hablar con tu padre.
– “Papa, ¿puedo pedirte una cosa?”
-“Depende. Si es dinero no, que ya te dio tu madre la paga… ¿O ya te la has gastao?”
-“¡Qué no papa, joé! Lo que pasa es que he quedao con una chica… y ya sabes… la quiero invitar y tal …”
Y cuando tu padre oye lo de “una chica” pues se abre a ti.
Y te empieza a contar sus “experiencias con las chicas”… Que si los guateques, que si las sacaba a bailar escuchando a Fórmula V…
Y tú le sueltas:
-“¡Qué ligoncete fuiste! ¡Eh papa!”
Ahí él se crece por momentos, qué parece que en vez de un padre tienes al lado a Mazinger Z, y te dice:
– “Vale, toma 20 €… ¡y qué no se entere tu madre!”
Y tú los coges encantado y dejas a tu padre con una sonrisa de oreja a oreja y recordando sus historias… ¡Incluso pone sus discos de vinilo y los está escuchando toda la tarde! ¡Qué sólo le hace falta poner “Cine de Barrio”!
Y te das cuenta del favor que le has hecho. ¡Le has hecho sentirse importante! ¡Eso es lo más bonito qué se puede hacer a un padre! Los 20 € que te ha dado no tienen ninguna importancia para ti… ¡Donde se ponga la felicidad de un padre que se quite todo el dinero del mundo!
Pero claro, no todo es color de rosas.
También tienen su parte negativa.
Porque vale que tú ves a tu padre como un colega, alguien con el que puedes ver el fútbol tranquilo,  pero hay un momento en la vida en el que es imposible y con su sola presencia ya te acojona. ..Las notas.
Tú llegas con las notas del instituto… y ves a tus padres. Les enseñas las notas y tu madre enseguida te suelta que si eres un vago, que no sabe qué hacer contigo… Pero tu padre en cambio, no dice nada… Pero con una sola mirada  te lo dice todo…
En ese instante no ves a tu padre, ves a Robert de Niro en “El cabo del miedo”. Y te entra el pánico.
Simplemente te abre la mano pidiéndote las notas. Se las das y huyes a tu habitación. Y esperas. La espera se vuelve tensa, muy tensa… Estás esperando  que en cualquier momento, diga tu padre: “Sal Juanjitoooo, sal que te vea el rabitoooo… Jamás serás abogaaaaaaaaadoooo”.
Pero cuando ves que no pasa nada, sales de tu habitación y vas al salón, y le ves ahí sentado, viendo “Pasapalabra”. Sin mirarte, te dice: “Tú verás”.
Ahí tu padre pasa a ser “Terminator”…  “Ta matao”.
En fin, vale que tu padre pase de ser tu mejor sueño a tu peor pesadilla, pero ¿qué queréis que os diga? Un padre es un padre. Y yo he tenido la suerte de haber tenido el mejor padre del mundo.
 

Juan José Benítez Goya.

 

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